Ambientada en la actualidad, “True Blood” nos transalada a las profundidades de un pueblo de Louisiana, Nueva Orleans, donde de repente empiezan a ocurrir cosas extrañas. Los japoneses han inventado una bebida de sangre humana sintética que sabe igual que la de verdad y que también logra calmar la sed de los vampiros: el TruBlood. Este invento supone una auténtica revolución social. Gracias a ello muchos vampiros han decidido salir de sus ataúdes e insertarse en el mainstream de la sociedad. Se ha formado la Liga por los Derechos de los Vampiros, tienen sus propios bares y son el objeto de deseo sexual de muchos humanos por la fama que tienen de buenos amantes. Los vampiron ya no necesitan la sangre humana, pero algunos de ellos siguen pegando bocaditos a los mortales solo por placer. La sangre de los vampiros también es objeto de deseo de los humanos ya que actúa como bebida energética y mejora su vida sexual. El “V Blood” se comercializa como droga en el mercado negro. Los vendedores lo extraen a través de la drenación, matando al vampiro que lo ha “donado”.
En las costas americanas la situación está más normalizada, pero en el pueblecito de Louisiana el mundo vampiril sigue siendo un tabú. Algunos vecinos se han acostado con vampiros, otros subministran o toman “V Blood”, pero la version oficial es de rechazo y miedo hacia ellos. Cuando Bill Compton pone pie en el bar local y la joven camarera Sookie se fija en él, se pone el grito en el cielo. Sookie es una rubia de aspect angelical que posee un don especial: puede leer la mente. Si no hace un esfuerzo especial, oye contínuamente lo que los demás estan pensando. Esto le pasa con todos excepto con Bill y el misterio que esto le produce pronto se convierte en deseo y acaba enamorada de él.
Alan Ball es el guionista de esta serie basada en las novelas de Charlaine Harris. Ball, que es el autor del guión de Six Feet Under y de American Beauty, vuelve acertar con True Blood creando una serie de vampiros diferente que se mueve entre el género terror, el culebrón y la comedia. El humor se logra a través del uso de estereotipos en los personajes. Tyra, la mejor amiga de Sookie, es una negra vaga, malhumorada, que busca cualquier escusa para acusar a sus compatriotas blancos de discriminación racial. Lafayette, el primo de Tyra, interpreta a un gay muy afeminado, transvestido, obsesionado con el sexo y que trafica todo tipo de drogas. El sheriff y su ayudante son los típicos agentes de la ley que no tienen ni idea de actuar cuando ocurre algo de verdad en el pueblo. Los vampiros malos también responden a estereotipos y son representados como vividores, que frecuentan bares de estética gótica y que son sexualmente muy liebertinos. Sookie, la protagonista, es el prototipo de chica buena de película de miedo, una virgen un poco inocente pero a la vez lista y emprendedora. La parte dramática reside en las historias de amor y amistad entre estos personajes.
A parte de amor y comedia, sigue siendo una serie de vampiros y por lo tanto también hay terror, mucha sangre y otros elementos característicos del canon del género terror, en concreto de vampiros. La creación del miedo en el espectador es el elemento fundamental, esto se consigue a través de la intriga, se nos da la información con cuentagotas y el espectador está contínuamente en tensión por lo que ocurrirá a contuniación. Como en la mayoría de películas de terror trata un tema irracional, en este caso los vampiros y la inmortalidad. Bill, el vampiro estrella de la serie, responde al prototipo que construyó Tod Browning en 1931 y que se ha ido repitiendo en numerosas obras desde entonces. Es misterioso, caballeresco y desprende un aura especial que hipnotiza e intimida a los humanos que le rodean. Cuando Bill entra en escena el tiempo se para, empieza a sonar una música tétrica y el fondo sobre el cual está colocado se funde a negro. La organización jerárquica del clan de vampiros también suele ser una constante que ya hemos visto en Buffy, la Cazavampiros, en Blade y en 30 Días de Oscuridad. Todos estos elementos típicos que se repiten ayudan a una major comprensión de la trama ya que el espectador sobreentiende determinados aspectos gracias a la adquirida “culturilla general” sobre los vampiros.
Como en American Beauty, el fondo de la trama es una crítica a la sociedad americana. En este caso crítica las mentes cerradas de muchos sureños, la hipocresía y la doble moral que hay frente a temas de minorías. True Blood hace una reivindicación de las minorias, sobretodo de las homosexuales. Ball establece un paralelismo entre la salida del armario de los gays y los transvestido y la salida de las tumbas de los vampiros. La historia se repite: prejuicios, tópicos absurdos, la hipocresía y mucho escepticismo. Los vampiros tiene fama de “salidos”, desviados sexuales, tal como lo han tenido los gays que en su día fueron calificados de “queer”. La performatividad se aprecia tanto en Lafayette, el gay del pueblo, como en los vampiros malos. Ambos presentan indumentaria y actitudes que corresponden a un estereotipo llevado al extremo. Ninguno de los dos colectivos puede integrarse completamente pero a escondidas, son muchos los vecinos que disfrutan de los servicios que estos les proporcionan.
Se trata de una serie entretenida e interesante que ha tenido un gran éxito en Estados Unidos y que podrá verse proximamente en Cuatro. Aviso: los créditos del principio ya son altamente adictivos. Cuando prueben una dosis de TruBlood, quedarán sedientos de más.
Allan Ball no nos podía fallar después de Six Feet Under. Para amantes de las series (y d paso viciados de los vampiros), yo os la recomiendo 100x100!! Además, ya está firmada la segunda y espero q no baje el nivel. A ver si la gente se anima y la ve, q no conozco a nadie q la siga (ahora a Jenny!).
ResponderEliminarMiriam