Título: Sicko
Director: Michael Moore
Género: Documental
País de origen: EEUU 2007
Duración: 120 minutos
Miles de cubanos y mexicanos intentan cruzar la frontera hacia Estados Unidos al año. Cada vez son más los que desean una vida digna en un país idílico, donde todos quieren cumplir sus sueños y tener una american life. Toda una burbuja creada por las películas de Hollywood, sus estrellas y las grandes mansiones que vemos por la pequeña pantalla que estalla con los documentales de Michael Moore, y en especial con su nuevo documental Sicko.
Michael Moore no pierde su esencia en este nuevo documental sobre las carencias de los servicios médicos en los Estados Unidos. Después de Roger and me, Bowling for Columbine y Farenheit 11/9, Moore no nos deja indiferentes con esta nueva entrega de la vida en su país de origen. Analiza una sociedad aparentemente desarrollada en el que un jubilado deberá trabajar hasta el fin de sus días para poder costearse las medicinas que necesita para sobrevivir; todo un dilema.
El director nos va guiando para comprender el documental a través de las diferentes declaraciones de los afectados. Son testimonios muy duros que nos hacen ver las carencias de un país en cuanto a salud. La voz de Moore nos explica datos y nos hace reflexionar a través de sus preguntas. En Sicko también vemos como interactúa con los personajes principales del documental creando situaciones. La realidad en algunos casos es provocada por el director, este recurso de documental participativo lo podemos ver en algunas de sus obras anteriores como Bowling of Columbine. En este caso da un paso más al llevar a un grupo de enfermos que carecen de seguro a Cuba, un país en vías de desarrollo que tiene un sistema de salud pública envidiable. Moore ha sabido desarrollar un documental de 120 minutos sin aburrir al espectador. El film se divide en dos partes claras: la primera, mucho más expositiva donde se van explicando los casos de personas afectadas, y la segunda, la participativa donde los enfermos que han ayudado el 11 S van a Cuba.
Lo que más impacta de este nuevo documental son las experiencias de los propios protagonistas, como una persona que ha sufrido un accidente le dan a elegir entre salvar uno de sus dos dedos amputados de la mano derecha o el caso de una mujer joven con cáncer de útero que la aseguradora le niega asistencia médica por tener una enfermedad que no es propia de esa edad. Pero estos casos son el aperitivo de un largo recorrido por la historia de los Estados Unidos, donde el director enlaza con maestría diferentes temas de una sociedad cada vez menos caritativa: el ataque terrorista del 11 de Septiembre, los beneficios de las grandes compañías de seguros, el miedo del gobierno a la respuesta del pueblo y al socialismo. Pero Moore sale de su país para mostrar como se vive en otros lugares del mundo. En el viejo continente visita Gran Bretaña y Francia, países con un buen sistema sanitario público, así como educación pública de calidad y un servicio de asistencia para madres con hijos menores de 1 año. También impacta, aunque quien haya visto otros documentales de este director, ver al propio Moore en pantalla interactuando con las diferentes protagonistas.
Lo menos positivo, el hacer pensar que la sanidad pública en ciertos países es perfecta. Podemos ver una serie de personas contando que la vida en Europa es totalmente maravillosa, personas con una gran casa, unos sueldos altos… Puede que Moore intente enfrentar lugares totalmente opuestos para provocar al espectador y hacer que reflexione sobre el tema que se está tratando. Otro punto, sería la crudeza con la que a veces se habla de algunas personas, es decir, la poca delicadeza con la que se hablan ciertos temas, como las enfermedades.
¿Servirá este documental para que los estadounidenses reivindiquen sus derechos? ¿Los congresistas y aseguradoras seguirán inflando sus bolsillos a base de las vidas de personas inocentes? La verdad es que Michael Moore y su ironía han servido en bandeja una serie de preguntas. La respuesta queda en manos de la sociedad y de quienes han elegido para gobernarles.
Director: Michael Moore
Género: Documental
País de origen: EEUU 2007
Duración: 120 minutos
Miles de cubanos y mexicanos intentan cruzar la frontera hacia Estados Unidos al año. Cada vez son más los que desean una vida digna en un país idílico, donde todos quieren cumplir sus sueños y tener una american life. Toda una burbuja creada por las películas de Hollywood, sus estrellas y las grandes mansiones que vemos por la pequeña pantalla que estalla con los documentales de Michael Moore, y en especial con su nuevo documental Sicko.
Michael Moore no pierde su esencia en este nuevo documental sobre las carencias de los servicios médicos en los Estados Unidos. Después de Roger and me, Bowling for Columbine y Farenheit 11/9, Moore no nos deja indiferentes con esta nueva entrega de la vida en su país de origen. Analiza una sociedad aparentemente desarrollada en el que un jubilado deberá trabajar hasta el fin de sus días para poder costearse las medicinas que necesita para sobrevivir; todo un dilema.
El director nos va guiando para comprender el documental a través de las diferentes declaraciones de los afectados. Son testimonios muy duros que nos hacen ver las carencias de un país en cuanto a salud. La voz de Moore nos explica datos y nos hace reflexionar a través de sus preguntas. En Sicko también vemos como interactúa con los personajes principales del documental creando situaciones. La realidad en algunos casos es provocada por el director, este recurso de documental participativo lo podemos ver en algunas de sus obras anteriores como Bowling of Columbine. En este caso da un paso más al llevar a un grupo de enfermos que carecen de seguro a Cuba, un país en vías de desarrollo que tiene un sistema de salud pública envidiable. Moore ha sabido desarrollar un documental de 120 minutos sin aburrir al espectador. El film se divide en dos partes claras: la primera, mucho más expositiva donde se van explicando los casos de personas afectadas, y la segunda, la participativa donde los enfermos que han ayudado el 11 S van a Cuba.
Lo que más impacta de este nuevo documental son las experiencias de los propios protagonistas, como una persona que ha sufrido un accidente le dan a elegir entre salvar uno de sus dos dedos amputados de la mano derecha o el caso de una mujer joven con cáncer de útero que la aseguradora le niega asistencia médica por tener una enfermedad que no es propia de esa edad. Pero estos casos son el aperitivo de un largo recorrido por la historia de los Estados Unidos, donde el director enlaza con maestría diferentes temas de una sociedad cada vez menos caritativa: el ataque terrorista del 11 de Septiembre, los beneficios de las grandes compañías de seguros, el miedo del gobierno a la respuesta del pueblo y al socialismo. Pero Moore sale de su país para mostrar como se vive en otros lugares del mundo. En el viejo continente visita Gran Bretaña y Francia, países con un buen sistema sanitario público, así como educación pública de calidad y un servicio de asistencia para madres con hijos menores de 1 año. También impacta, aunque quien haya visto otros documentales de este director, ver al propio Moore en pantalla interactuando con las diferentes protagonistas.
Lo menos positivo, el hacer pensar que la sanidad pública en ciertos países es perfecta. Podemos ver una serie de personas contando que la vida en Europa es totalmente maravillosa, personas con una gran casa, unos sueldos altos… Puede que Moore intente enfrentar lugares totalmente opuestos para provocar al espectador y hacer que reflexione sobre el tema que se está tratando. Otro punto, sería la crudeza con la que a veces se habla de algunas personas, es decir, la poca delicadeza con la que se hablan ciertos temas, como las enfermedades.
¿Servirá este documental para que los estadounidenses reivindiquen sus derechos? ¿Los congresistas y aseguradoras seguirán inflando sus bolsillos a base de las vidas de personas inocentes? La verdad es que Michael Moore y su ironía han servido en bandeja una serie de preguntas. La respuesta queda en manos de la sociedad y de quienes han elegido para gobernarles.
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