La vida en corto: los premios ACE

Tal vez sus títulos apenas os suenen, y en la mayoría de los casos ni los encontraréis en la cartelera. Pero la magia del cortometraje no pasa desaparecida, y, ahora más que nunca, el corto español está de moda. 

Puede que ese sea el motivo de que la Agencia del Cortometraje Español celebre desde hace varios años el Día del Cortometraje Español el 22 de Marzo, y aproveche el mismo día para entregar los premios ACE a los mejores cortos y a los medios que los promocionan.

Los primeros premios entregados son aquellos a los SOCIOS de la agencia. En la sección de animación se llevó el premio La Increíble Historia del Hombre sin Sombra, de José Esteban Alenda. Esta pequeña fábula ya se llevó el Goya al mejor corto de animación. En el corto, Alenda narra la historia de un chico que para conseguir al amor de su vida decide vender su sombra  a cambio de un pequeño saco de dinero. Con el tiempo se da cuenta de que el dinero no da la felicidad, y que la pérdida de su sombra sólo le trae penalidades.

 “La increíble historia del hombre sin sombra” es una apuesta acertada a la hora de  escoger la técnica utilizada. Alenda es correcto y se ciñe al género para así poder  ambientar  al espectador e introducirlo. Para ello, vuelve a los clásicos de la animación, sin usar complicadas técnicas de 3D ni animación en plastelina, saliéndose así de la "moda" actual en la animación. 

No es un corto que aporte nada nuevo, ni en cuanto a la historia, ni en cuanto a la manera de contar la historia, tan clásico. Pero el espectador agradece de vez en cuando encontrarse con productos así.

El premio al Mejor Cortometraje Documental se lo llevó Flores de Rwanda, de David Muñoz. Este documental explica la situación actual y los efectos producidos por el genocidio de 1994. Muñoz analiza la relación entre víctimas y verdugos, los efectos que produce el Festival de Cine de la ciudad y la responsabilidad que tenemos como individuos ante hechos como éste.

Podéis ver algunos fragmentos en su página web.

Y de entre los socios, el premio al Mejor Corto de Ficción se lo llevó Jingle Bells, de David Casademunt.  Un cortometraje sobre la soledad, el alcoholismo y los problemas de familia. El cortometraje de David Casademunt hace reflexionar sobre las sensaciones, la nostalgia y las complicaciones familiares, a través de la difícil relación entre una madre y un hijo adolescente. Es un corto discreto y sencillo, pero con sello de fábrica (la estética de la imagen deja clara su procedencia).

La 1a mención especial En la otra camilla, de Luis Melgar, es un corto totalmente recomendable, una pequeña comedia que contrasta con el corto ganador y consigue dibujarnos alguna sonrisa.

Entre los cortos ganadores en la sección de NO SOCIOS, también encontramos propuestas interesantes. Una de ellas es el corto ganador del premio al Mejor Corto de Animación: The revolt of the mouses, de David Gen.

The revolt of the mouses es una propuesta nueva, fresca y divertida. Narra la vida diaria en Paperland, dónde los lápices viven felices dibujando hasta que llegan los ratones y el ordenador. Es una crítica ácida a la par que divertida, con moraleja. Gen utiliza la técnica 3D para este corto (buena elección), y eso lo hace más realista. Además, demuestra que sabe utilizarlo, haciendo que el espectador simpatice con los lápices y las tijeras de su infancia a través de la expresividad que tienen los personajes (y os aseguro que nunca creí que un lápiz pudiera expresar así).

El premio al Mejor Cortometraje Documental se lo llevó Soy Meera Malik, de Marcos Borregón. Este documental narra la vida de una niña de los suburbios de Calcuta, rodeada de basura, desempleo, pobreza y violencia, y de cómo logra encontrar la esperanza en una escuela llamada Tara School.

Y el último, el premio al Mejor Cortometraje de Ficción ha sido para El monte de la luna, de Pedro Abreu. Un corto sobre las personas, sobre la búsqueda de alguien cuando se ha perdido. De nuevo la parte divertida la aporta la 1a mención especial, con el corto Manual Práctico del Amigo Imaginario, de Ciro Altabás. En él, un amigo imaginario explica en una convención cómo conservar el trabajo. Un corto entretenido y bien hecho, que no busca nada más allá de la sonrisa, pero a veces también es eso lo que buscamos en un film.

Pero después de ver estos trabajos, una cosa está clara: en el cine no importan las medidas.

III Premios ACE 

SOCIOS

Mejor Cortometraje de Animación La Increíble Historia del Hombre sin Sombra, de José Esteban Alenda.

1ª Mención Especial: El Príncipe de las Basuras, de Francisco Antonio Peinado

2ª Mención Especial: No Corras Tanto, de César Díaz

Premio Mejor Cortometraje Documental: Flores de Rwanda, de David Muñoz

1ª Mención Especial: La Soledad Emocional, de Alex Bruno Barranco

2ª Mención Especial: Zorionak Zuri (Cumpleaños Feliz), de María Cabo y Charlee García

Premio Mejor Cortometraje Ficción: Jingle Bells, de David Casademunt

1ª Mención Especial: En la Otra Camilla, de Luis Melgar

2ª Mención Especial: La Culpa del Otro, de Iván Ruiz Flores

NO SOCIOS

Premio Mejor Cortometraje Animación: Revolt of the Mouses, de David Gen

1ª Mención Especial: El Pintor de Cielos, de Jorge Morais Valle

2ª Mención Especial: Leo, de Fernando Cortizo

Premio Mejor Documental: Soy Meera Malik, de Marcos Borregón

1ª Mención Especial: Jodida Vida…, de Javier Aspiazu y Carlos Idírin

2ª Mención Especial: Nissa (Mujeres), de Benet Román

Premio Mejor Cortometraje Ficción: El Monte de la Luna, de Pedro B. Abreu

1ª Mención Especial: Manual Práctico del Amigo Imaginario, de Ciro Altabás

2ª Mención Especial: Por qué Hay Cosas que Nunca Se Olvidan, de Lucas Figueroa