El día 12 de marzo el Cine-debat de la Fundació Caixa Fòrum de Tarragona abría sus puertas para proyectar Usseless, el documental ganador del Premio al Mejor Documental de la sección Horizontes de la Muestra de Venecia. La obra está dirigida por Jia Zhang-ke y nos habla de la moda y de la industria textil de China.
Entre el 15 de abril y el 4 de junio de 1989, la Plaza de Tian’anmen de Pekín se llenaba de grupos de manifestantes liderados por intelectuales, contarios al gobierno deL Partido Comunista, y obreros de la ciudad que protestaban por la inflación y el desempleo que había causado el acentuado ritmo de las reformas económicas. Desde el gobierno de la República Popular China se tomaron las medidas consideradas necesarias para disolver las protestas. El resultado fue la declaración de la Ley Marcial y la noche del 3 de junio, envió tanques y la infantería del ejército al lugar para sofocar la revuelta. La dura represión por parte de las autoridades impidió determinar el número exacto de víctimas mortales. Según la CIA murieron entre 400 y 800 civiles. La Cruz Roja China por su parte contabilizó 2600 civiles fallecidos y ente 7.000 y 10.000 heridos. En cualquier caso, el acontecimiento causo impacto a internacional y sacó a relucir la frágil situación social en que se encontraba el país. Unos meses mas tarde cae el muro de Berlín, cerrando así el telón de la Guerra Fría y uniendo los dos polos en un solo mundo capitalista y global. China logra engancharse rápidamente al mercado de la era globalizada en cuanto a la producción y al comercio. Las aceleradas reformas en las leyes y en los sistemas de producción han impulsado el mercado nacional convirtiéndolo en un importante competidor a nivel mundial. Es actualmente el mayor exportador de ropa del planeta.
Los acontecimientos del 89 tuvieron sus consecuencias en el panorama cultural del país. Los intelectuales que habían centrado su visión en la historia del país y en el discurso oficial, empiezan a cuestionarse la necesidad de una renovación. Adoptan una postura más crítica y se centran en la búsqueda de nuevos caminos y enfoques para hablar de la China contemporánea. Algunos miembros buscan valores tradicionales, otros recurren a pensamientos humanistas y entre algunos, sobretodo los más jóvenes, nace un sentimiento de responsabilidad profesional. La invasión de la cultura comercial ha supuesto una pérdida de la cultura china y algunos artistas creen que su misión es recuperarla o adaptarla a la situación actual.
Tanto el director del documental Usseless, Jia Zhang-ke, como Ma Ke, la diseñadora de ropa que protagoniza la producción, forman parte de este sector emergente de creadores experimentales que pretenden con su obra devolver a su país parte de la cultura perdida. “Inutile” es la marca con la que Ma Ke sella la ropa que diseña. Se trata de piezas artísticas inspiradas en la tierra, un elemento importante en los rituales ancestrales del país. La industrialización ha provocado el declive de la artesanía y el pequeño comercio dejando paso a empresa de producción masiva. Ma Ke cree que el vínculo entre fabricante y usuario es importante y que atribuye valor a los objetos. El arte por arte, sin ninguna utilidad concreta, no tiene valor en la sociedad china actual y con sus diseños protesta contra el modelo social mecanizado cuya finalidad única es producir reivindicando la creatividad humana que ha sido absorbida por la sociedad del consumo.
Se trata de un documental reactivo que nos cuenta tres tramas distintas que retratan distintas historias humanas representativas de la China actual. Se trata de un montaje yuxtapuesto de piezas independientes que tienen en común la industria textil. Se trata de una sucesión de imágenes que a primera vista pueden parecer bastante aburridas ya que no pasa gran cosa. Con ellas, Jia Zhang-ke nos enseña las rutinas diarias de los trabajadores de una fábrica, los talleres de Ma Ke y acaba el documental en su pueblo natal donde vemos como la mecanización del trabajo ha penetrado hasta en los sectores más rurales del país. Es el espectador quien debe ordenar las piezas en su cabeza, debe adoptar un papel activo. El director se limita a retratar el mundo que le rodea y deja silencios y vacios para que el público reflexione sobre él.
Buena pel·lícula para hacer una cerveza con palomitas.
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